La grasa parda es más frecuente en los niños delgados
Página 1 de 1.
20082011
La grasa parda es más frecuente en los niños delgados
La grasa parda es más frecuente en los niños delgados.
Un estudio norteamericano publicado en The Journal of Pediatrics
muestra que este tipo de grasa “buena” se produce en cantidades
variables en los niños, aumentando hasta la pubertad y disminuyendo
posteriormente.
Fuente JANO.es y agencias.
La grasa parda es más frecuente en los niños delgados, según un estudio del Joslin Diabetes Center y el Children’s Hospital de Boston, Estados Unidos, cuyos resultados se han publicado en The Journal of Pediatrics.
Los investigadores han demostrado que este tipo de grasa “buena” se
produce en cantidades variables en los niños, aumentando hasta la
pubertad y disminuyendo posteriormente, y que es más activa en los niños
más delgados.
El estudio utilizó tomografía por emisión de positrones (PET) para
analizar las cantidades de esta grasa en los niños, así como su
actividad, la cual, a diferencia de la grasa blanca, se centra en quemar
energía en lugar de almacenarla.
“El aumento de la cantidad de grasa parda en los niños puede ser un
método eficaz para combatir la creciente tasa de obesidad y diabetes en
los niños”, afirma el autor principal, Aaron Cypess.
En 2009, el equipo de Cypess demostró por primera vez, en un artículo publicado en The New England Journal of Medicine,
que la grasa parda es metabólicamente activa en adultos humanos,
mientras que antes se pensaba que estaba presente sólo en los bebés y
los niños. Concretamente, su estudio mostró que se encuentra en entre 3 y
7,5% de los adultos, con tasas más altas entre las mujeres.
En este nuevo estudio, los investigadores revisaron los estudios de PET
que se habían realizado en 172 jóvenes de 5 a 21 años en Children’s Hospital de Boston. Se detectó la grasa parda activa en el 44% de los niños, con tasas más o menos similares en niños y niñas.
Los niños de 13 a 15 años presentaron el mayor porcentaje de grasa parda
y una actividad más alta en la misma. Además, el índice de masa
corporal (IMC) se correlaciona inversamente con la actividad de la grasa
parda. Es decir, el niño más delgado presentaba la mayor actividad de
la grasa parda.
Mientras que el estudio de 2009 sobre los adultos mostró que la grasa
parda era más activa cuando hace frío, en consonancia con su quema de
energía para generar calor, el nuevo estudio en niños demostró que la
temperatura exterior no tiene ningún efecto sobre la actividad de la
grasa parda.
“El aumento de la actividad de grasa parda de la niñez a la adolescencia
y su correlación inversa con la obesidad sugiere que la grasa parda
podría jugar un papel importante en el metabolismo de los jóvenes así
como en su balance energético y en la regulación del peso”, explican los
expertos en su artículo.
“Creemos que la capacidad de evaluar de forma no invasiva la actividad
de la grasa parda en vivo con imágenes PET proporciona una mejor
comprensión de su papel destacado en la fisiología pediátrica y,
posiblemente, puede proporcionar información sobre el tratamiento de la
obesidad infantil”, explica otra de las autoras y miembro del programa
de Medicina Nuclear e Imagen Molecular del Children’s Hospital, Laura Drubach.
Cypess considera que “ahora el objetivo es buscar primero maneras no
farmacológicas de aumentar la actividad de la grasa parda, tal vez
mediante el establecimiento de una temperatura más fría en los hogares
donde viven niños obesos. Asimismo, quizá ciertos alimentos puedan
desempeñar un papel clave en el aumento de los niveles de grasa parda y
sino -añade- el desarrollo de nuevos fármacos podría ser la solución”.
En este sentido, un estudio del Joslin Diabetes Center de 2010
identificó células en ratones que se pueden activar para transformarse
en grasa parda. Con este hallazgo, según el experto, “esto sería una
herramienta adicional para combatir la obesidad y la epidemia de
diabetes si se encuentra una manera segura de aumentar la actividad de
la grasa parda”.
Sin embargo, los investigadores aseguran que todavía hay muchas
preguntas por responder. Por ejemplo, “no se sabe si la relación entre
el IMC y la grasa parda es porque los niños delgados tienen más grasa
parda o si tener más grasa parda hace que los niños estén delgados” y
concluye que “sí se sabe que la grasa parda es un componente esencial
del metabolismo pediátrico y probable en adultos”.
Enlace relacionado
Journal of Pediatrics
Fuente
Jano.es.
Fotografía
Foto: conganat.org.
Temas similares
» Niños de embarazos no planificados
» Espacios sin humo. ¿Se benefician los niños?
» La neumonía mata a 4.000 niños cada día
» Especialización en Psicología Vincular de Familias con Niños y Adolescentes
» Espacios sin humo. ¿Se benefician los niños?
» La neumonía mata a 4.000 niños cada día
» Especialización en Psicología Vincular de Familias con Niños y Adolescentes
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.